sábado, 12 de abril de 2008

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Todo es mente.

La mente es el suenyo de creer lo que se es.

Y se es aquello que se suenya, nada más.

La inmortalidad del alma es una quimera de aquellos que suenyan en su propia mortandad.

No es posible que suceda.

Todo es todo en bacio.

El vacío es bacio.

El vacío no es preciso, es sólo la antesala de lo que es infinito y consciente.

La última dualidad.

Vacío es al bacio lo qué la nada al todo.

Lo mismo pero distinto y de igual modo.

Tu eres bacio si previamente aceptas vacío.

A este vacío se le conoce como iluminacion y es un infinito vertigo ante la eternidad.

La eternidad es la desaparicion, la partida del alma.

Es como un día donde, en tu casa, pudieras vivir con las puertas abiertas, y no pasara nada.

Un día sin candados, cerraduras o verjas.

Un candado sólo sirve para cerrar aquello que no tienes, aquello que por simple concepto de posesión te es negado.

El alma es infinita cuando no carga con el pasado.

...no le busques sentido, no lo tiene.

maestro zen